Los hombres de mi generación usan como objetos de imagen sus bolígrafos y demás instrumentos de escritura, igual como eligen para cada día los complementos de vestir. Hay un estilo para cada ocasión. Si se desea trabajar confortablemente hay que elegir aquello con lo que mejor nos identifiquemos. Si se quiere dar una impresión de solemnidad, lo propio es el negro y oro.