El Universo NO es como una gran ‘máquina’, sino algo mucho más complejo. Cometemos el error de pensar como si lo fuera por una visión mecanicista. Pero realmente no podemos prever los movimientos futuros ni la evolución del Universo, conociendo su estado en un momento determinado. Sólo hacemos estimaciones. Kauffman nos lo aclara desde el primer capítulo: el Universo NO es una máquina. Pero luego vemos que es algo mucho más emocionante.