Esta sociedad necesita resucitar
Publicado en http://www.castelloninformacion.com el 3 de febrero de 2014
El título que le he puesto a la columna sería un trabalenguas para un anglosajón y además he de aclarar que “no es lo que parece”. No va de resurrecciones al estilo religioso, sino más bien de “reseteos” al estilo de los ordenadores.
Hay algunas cosas que los humanos, en nuestra organización espontánea a lo largo de siglos (difícil imaginar que los alienígenas nos hayan estado guiando) hemos resuelto bastante bien, y otras que se han quedado manifiestamente mejorables.
Somos buenos organizando espectáculos deportivos: millones de humanos siguiendo por la TV y en directo partidos de fútbol profesional. Se mueven físicamente y se coordinan más especímenes que en las grandes migraciones estacionales de bovinos (“mamíferos placentarios”, Wikipedia dixit) en África.
Somos buenos organizando equipos de humanos para desarrollar artefactos, como por ejemplo este con el que estás leyendo mi columna. La tecnología que conocemos, además se ha desarrollado en un tiempo asombrosamente rápido, mayormente en los últimos 2 siglos. Sin embargo, y es una espinita, no tenemos ni idea de cómo se construyeron las pirámides. Puede que en esa época, en 2 siglos, de los 50 que tuvieron de tiempo, desarrollaran una tecnología, ahora perdida, para manejo de piedras grandes, cosa que les parecería más útil que ver la TV o leer por internet.
Pero los humanos no hemos resuelto bien varias otras cosas de las que nos quejamos en las encuestas del CIS: paro y corrupción, o sus palabras relacionadas: economía y política. Tampoco hemos resuelto bien la cuestión de las ideologías: ni siquiera una guerra mundial y lo que vino luego ha hecho ver claramente la inutilidad de las ideologías de masas: nacionalismo, fascismo, comunismo, socialismo, por no seguir con los ismos. Y si nos introducimos en el proceloso mundo de las creencias, seguimos como el Neardental.
La economía es una ciencia de fenómenos caóticos, pero los poderes públicos no han sido capaces de quitar trabas para que todo el mundo trabaje en lo que vale. Las empresas las crean los emprendedores, hay que facilitar la constitución de todas las empresas que sean posibles, no cargar sobre ellas burocracia e impuestos, impidiendo que prosperen.
La corrupción nos sangra, pero desde las Revoluciones Americana y Francesa apenas hemos adelantado mucho en erradicar el antiguo régimen y apenas en unos pocos países: Sólo en USA, Francia y en alguno más, hay una democracia representativa auténtica del ciudadano, con separación de poderes y elección de Presidente, donde no solo mandan los partidos.
Nos sangran también todos los ideólogos. No necesitamos ideologías, sino organización eficaz al servicio del pueblo, de lo que es genuinamente propio del Estado: Hacienda, Obras Públicas, Defensa y Orden Público.
En cuanto a las creencias: no son sostenibles postulados emitidos hace siglos por ignorantes (respecto del conocimiento probado que tenemos hoy en día). Y seguimos adoctrinando a los niños y jóvenes en lo mismo.
Esta sociedad necesita una resurrección, un reseteo, espontáneo, pacífico. Mejor que sea fruto del conocimiento.