Esbozo para un estudio sobre el amor
Lo he llamado estudio en lugar de teoría para que no se moleste parte de la audiencia. Ya sabéis lo que decía de esto en mi ensayo sobre la conducta, en el capítulo dedicado al amor a los demás. Lo de hoy es un simple esbozo, tendré que desarrollarlo más tarde. Intentaré no ser cursi.
¿Cómo puede hablar del amor un tipo de 60 años, que no es psicólogo, ni teólogo, ni biólogo, ni sociólogo, ni ningún otro ólogo? ¡Qué atrevimiento!
Pues justo por todo eso: ya he podido disfrutar del amor paterno-filial, del amor del y al Padre celestial, del amor conyugal, del amor fraternal, del amor de la amistad, del amor profesional, que de todo eso hay. Además, si he podido hablar de arte sin tener ni idea, que bien que me lo han hecho notar, en el post anterior, ¿porqué no me tendría que meter en este berenjenal, del que puede que necesite ayuda para salir?
No renuncio a lo que escribí en mi citado trabajo, fruto del calentamiento de cabeza juvenil, aunque publicado mucho más tardíamente, ni seré riguroso en los planteamientos, al revés de lo que tendría que hacer como científico que soy. Solo voy a poner algunas ideas para debate que me llegan a mi pensamiento al ritmo que escribo, de forma que, antes de que me acusen, admito que todo es un puro error, no sea que me intenten quemar como al pobre Servet por querer explicar la circulación pulmonar o al genial Galileo por decir que la Luna era imperfecta, y por lo tanto estudiable.
- El amor no es excluyente. Cuando un ser humano siente amor de un tipo puede sentir muchos más. Si es excluyente, no es amor, es posesión. Es la posesión lo que genera los celos. Señal inequívoca de falta de amor.
- El amor no tiene límite. Cuando uno ama con una clase de amor, descubre que en realidad puede amar más intensamente con otras clases de amor, pues si uno se siente amador o amado, es capaz de desarrollar más lazos afectivos, que si rechaza o se siente rechazado. El amor sería un activador del propio amor. Como una llama que es capaz de encender un fuego mayor. La persona que ama, puede amar aún más y vive en una especie de éxtasis, flotando en el espacio.
- En el amor paterno-filial hay una desproporción. Generalmente es mucho más intenso el amor de padres a hijos que de hijos a padres. Ello es normal, la naturaleza se asegura la supervivencia de la prole aún a costa de la supervivencia del ser ya viejo, y peor adaptado al nuevo ambiente, siempre cambiante. El amor de los hijos a los padres es muy variable: más parecido a necesidad cuando son bebés, más parecido a la guerra cuando son adolescentes, más parecido a la amistad cuando se hacen adultos, más parecido al de los médicos por sus pacientes, en la vejez de los padres. Pero el amor de los padres es casi una constante universal, porque incluso casi no depende de que éstos les quieran.
- Hay momentos, que en algunos duran toda la vida, en que se siente el amor al y del Padre celestial. En el cristianismo el concepto que se aproxima sería el estado de gracia. En otras religiones o creencias, diríamos que se alcanza la iluminación o satori, o el nirvana. Cuando uno está bien perdido, o en trance de supervivencia, lo busca de una forma u otra. Hay muchos testimonios de personas que han alcanzado un grado fuera del conocimiento y de las emociones normales, que resulta inexplicable, que no hay que despreciar y que no sabemos si es fruto de la actividad química cerebral o si hay alguna componente no medible y por tanto espiritual. Los ateos que no digan ahora nada, que para ser ateo hay que creen algo, creer que no existe Dios. Y los un poco agnósticos, simplemente no nos enteramos.
- El amor conyugal, intenso, desbocado al principio mientras está muy ligado al sexo, cumple varias funciones biológicas entre ellas el establecimiento de la pareja, y va dando lugar poco a poco a un amor-amistad que, si no se cultiva desde el primer día, puede diluirse por completo. Es esencial compartir valores, aficiones, intereses, no ser posesivo y tener mucho respeto por el otro para que dure hasta la muerte. Si no es correspondido se puede transformar en odio. Nietsche decía que la naturaleza del matrimonio era el respeto. El respeto lleva aparejada la libertad del otro.
- El amor profesional, también llamado vocación, tiene mucho que ver con el ansia de realizarse mediante un trabajo que sirve a otros. Si no hay justicia en el retorno por parte de la sociedad, empresa o proyecto que se vive, se convierte en frustración. El amor a la profesión de muchos profesionales dedicados al cuidado de la gente, como ocurre con los sacerdotes, médicos, maestros, investigadores, policías o militares, se considera vocacional y se parece al amor de los padres por sus hijos. Una persona que ama su profesión de una manera fuera de lo normal, puede hacer que su actividad fluya, sin que le cueste esfuerzo, y por tanto es capaz de curar o crear disfrutando. Lo vemos también en los artistas.
- El amor del amigo, no busca nada, nada pide, pero te acompaña siempre. Es un amor sin propósito, pero que te hace sentir vivo y parte del mundo. Nuestras neuronas necesitan contactar con las neuronas del otro, del confidente que sabe nuestros secretos. No te traiciona porque no quiere nada tuyo. No se cansa porque no busca un objetivo. Es semejante al amor fraternal. Típico de la juventud, se da también en personas que no han dejado de ser jóvenes y que desean seguir vivos, pero no con el encefalograma plano, sino creando y compartiendo. Cuando hay un interés por medio puede tratarse de un compañero de viaje, pero no de un amigo.
La única conclusión que se me ocurre es que en Español, el sustantivo amor es confuso y complejo. Necesita un calificativo. Aunque en el fondo se base en el mismo sentimiento de desear estar cerca del ser amado y la sensación de que cuando eso se consigue, el tiempo fluye.
Se admiten comentarios.
Gracias! Como ves, todo de la conducta humana me resulta de interés. Y todo lo que tiene que ver con el conocimiento
estupenda taxonomía del Amor, en sus múltiples variantes. Como dices, necesita a su lado un adjetivo que lo especifique. Muy bien. Me hice ya seguidor también de tu blog ya.
Pues claro!, si no es todo muy triste…
Tas namorao :)))