El Cielo de Madrid.
Habéis oído decir «De Madrid Al Cielo». El Cielo está cerca de Madrid. Basta mirar atentamente para comprobarlo.
Madrid, como toda gran urbe, contiene un universo entero, con todo lo bueno y todo lo malo. Sólo que siempre ha sido un destino lleno de oportunidades para quien ha venido aquí de cualquier parte. Entonces tendremos que convenir que para muchos es la antesala de su cielo particular.
Por si esa razón no es suficiente, la arquitectura y el urbanismo de la capital ha ido conformando un catálogo con estilo propio. Basta con asomarse a las terrazas del centro o a cualquier punto elevado para verlo. Desde arriba se ve un mar de tejados, ondulado y multicolor, en el que destacan edificios singulares. Basta con ver el escaparate de la calle para disfrutar de sus siluetas, que surgen orgullosas, cada una con su peculiaridad, como si de una competición se tratara.
Edificios que parecen sacados de un cuento de hadas o que simulan un gigantesco pastel, nos hacen mirar arriba. Y encima del horizonte sigue habiendo algo que admirar. Porque en días claros, cuando las chimeneas y tubos de escape son más clementes o sopla más viento, el cielo atmosférico de Madrid, también es un espectáculo, cambiante y hermoso. Gracias a la Cordillera Central que hace de barrera, los fenómenos adversos son raros aquí y nos dejan ver el ‘otro’ cielo de Madrid.