Los smartphone son los dispositivos más útiles, pero la adicción a ellos dificulta desconectar.

Difícil tarea la de conseguir de nuevo un poco de control sobre nuestro tiempo. Yo he observado que lo que más caracteriza un móvil Android no es siquiera la cuenta de Google, sino el programa de mensajería Whatsapp. Lo veo claro al usar un par de SIM del mismo número en dos dispositivos. El que ‘manda’ es el que tiene configurado Whatsapp.

Se me ocurrió una solución sencilla para volver al tiempo en que el móvil era un teléfono más: poner un horario para usar las redes sociales, por ejemplo de 10 y media a 11 de la mañana, en la pausa para un café, y de 10 y media a 11 de la noche. El resto del tiempo no usar Whatsapp, Facebook, Twitter, Instagram…

Pero el plan podía mejorarse. ¿Cómo? Manteniendo el smartphone para esos tiempos definidos por el horario auto-impuesto para uso de las redes y usar la segunda SIM que tengo en un pequeño móvil como ‘los de antes’. Y es que puede conseguirse un pequeño dispositivo como el de la figura (Wiko Lubi 4) por la asombrosa cifra de 25 €, o incluso menos (lo vi el otro día por 16 € en el Corty).

Pero este Wiko Lubi4 no es un móvil antiguo, porque tiene cámara (que aunque muy limitada hace fotos y graba vídeos), bluetooth, reproductor de música y de vídeo (permite insertar una micro SD hasta 32 Gb de capacidad), una radio FM que puede escucharse sin enchufar auricular, tiene linterna y se vende con su cargador y su cable de audio para auricular y micro. Se carga mediante un enchufe micro USB y su batería dura hasta 5 días! Y eso no es todo: puede conectarse con dos SIM (incluso de dos compañías de teléfono distintas) a la vez. Ya solo como MP3 vale la pena…

Yo, a mis allegados les digo que si quieren contactar conmigo para enviarme un mensaje urgente, que envíen un SMS. En este momento muchas tarifas incluyen SMS gratis sin límite. Eso, unido a que un SMS tiene un contenido limitado hace que sea menos adictivo que un Whatsapp que invita a contestar en tiempo real.

De esta manera en lugar de estar siempre armado y atado con la máquina de comunicar que es un moderno smartphone puedo disfrutar de saber que sigo comunicado pero que no me ‘atacarán’ continuamente con mensajes de Whatsapp que llegan a ser insoportables, si llevo conmigo mi pequeño móvil sencillo, barato pero eficaz. Una experiencia que a mi me parece gratificante.