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La lluvia no ha sido un impedimento, aunque si un fastidio, para celebrar un año más el Mercado Medieval de Alcalá de Henares.

Se han podido ver las mismas escenas que todos los años, adornadas esta vez por los paraguas, de una multitud de puestos, de gente venida de todas partes, de coronitas, quesos, embutidos, objetos de madera, adornos y avalorios variados, asados y empanadas para comer en tiendas levantadas en las plazas… Un acontecimiento que alegra los sentidos y que encaja a la perfección en la ciudad vieja de Alcalá, desde la plaza de la Universidad hasta la de la catedral de los Santos Niños.