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Estandarizar el escritorio

Después de toda la vida escribiendo, acaba uno juntando innumerables instrumentos de escritura. Mi propuesta es llegar a estandarizar el número de ‘clases’ y características para no continuar ocupando espacio innecesario con los que no encajen en esa calificación, sin perder por ello todas las posibilidades prácticas.

Mi selección de conjuntos o clases de instrumentos de escritura ‘estándar’ incluirá ‘bolígrafos’ (tinta grasa muy viscosa), ‘plumas’ (tinta líquida) y ‘lápices (pasta sólida de grafito). Cada uno de estos conjuntos está pensado para escribir sobre distintos soportes, según distintas afinidades (por ejemplo la pluma necesita un papel encolado para que no se corra la tinta y los bolígrafos no suelen escribir sobre una superficie demasiado grasa). Además, los distintos medios de escritura no gustan a todos.

Estos conjuntos de objetos de escritura (bolígrafos, plumas y lápices) incluyen a la inmensa mayoría de instrumentos actuales. Nuestro objetivo será escoger combinaciones de distintos componentes de entre esos conjuntos, para lograr tener la máxima funcionalidad llevando el mínimo de elementos. Por eso las distintas opciones incluirán en general un solo elemento (mínimo número de elementos) de uno, dos o tres de esos conjuntos (máximas prestaciones). Podemos representar uno de los grupos formados por la siguiente imagen (de los colores de las tintas hablaremos hacia el final de la entrada):

Una posible agrupación estándar de escritorio

Una selección estándar de elementos de escritura (un bolígrafo, una pluma y un lápiz)

En la figura anterior se ve:

  • Un bolígrafo Bic Cristal
  • Una pluma Lamy de tipo M (espesor de trazo medio)
  • Un lápiz tipo portaminas Bic de 2 mm

Esta no es una selección trivial. No creo que los imitadores o las reinterpretaciones, en general, estén a la altura del original, por lo que en caso de duda elijo el original, el que introdujo un estilo. Veamos a continuación unos comentarios sobre la forma de elegir entre los distintos posibles ejemplares de cada ‘clase’.

Bolígrafos Bic no recargables

Entre los bolis ‘no recargables‘, que puedan escribir más de 2 Km según el fabricante, Bic es el precursor. Mi primer bolígrafo hace 60 años fue un ‘Bic cristal‘ de tinta roja. Podríamos considerar el clásico Bic con capucha (que aquí en la imagen es el ‘large‘ de bola de 1,6 mm, o sea, de trazo grueso) o el M10 retráctil, que en su estética recuerda los Bic de los años 60, que aún eran recargables.

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Bolis Bic con minas no recargables (‘de 1 sólo uso’)

Lápices portaminas

Si hablamos de los lápices, tras un largo camino, y ahora que están en claro desuso, me inclino por los Bic ‘Criterium’ de minas de 2 mm (el de color negro a la derecha de la imagen), a prueba de torpes, virtualmente irrompible en condiciones normales. Veamos la diferencia con modelos más antiguos como el también ‘Criterium’ de Comté o el histórico de Staedtler:

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Lápices portaminas de 2 mm, Staedtler, Conté y Bic

Plumas estilográficas

Aunque tengo muchas plumas, las de marca Lamy están entre las que cumplen con el requisito de escribir en cualquier circunstancia, sin distinción entre niveles de precio, ya que la mayoría, si no todas, montan el mismo plumín (la del centro):

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Plumas estilográficas Parker, Lamy y Pelikan

Más sobre la Lamy

Una de las cosas mejores de la escritura con pluma es que mejora la caligrafía, con un trazo fluido y decidido. Entre una buena selección de plumas destacan las Lamy, que, aunque tienen distintos modelos, todas andan rozando la perfección y el agrado de su tacto:

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Dos modelos de plumas Lamy

Bolígrafos de varios colores (3 o 4)

Los bolis de 3 y 4 colores incluyen siempre una mina azul. Estos instrumentos no los inventó Bic, pero su modelo Bic de 4 colores, con cuerpo blanco y azul (para distinguirlo del blanco y naranja, que era de punta fina), de los años 70, es la referencia y el que permanece entre otros intentos (el del centro):

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Bolígrafos de 3 o 4 colores, Mitsubishi de 3, Bic y de marca blanca de Alcampo de 4

Bolis de trazo XL de Schneider y Faber Castell

Los bolis de trazo XL irrumpen en una época de claro descenso en el uso de las plumas, ofreciendo una escritura rotunda, con la que casi se puede hacer caligrafía, porque suelen tener una tinta un poco más fluida (o es el efecto de una bola de más diámetro). Schneider tiene varias gamas de bolígrafos que usan recambios con el mismo estándar de medidas para la carga que los de Parker, y que tienen trazo M o, para los que tengan nostalgia de las plumas, trazo XL (el negro y el azul, a izquierda y derecha de la imagen):

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Bolígrafos de la marca Schneider

Pero no es la única opción de un bolígrafo de bajo precio con trazo XL. Faber Castell tiene en su ingente colección el modelo Poly Ball XB, que se ve en la siguiente figura (aquí en color verde) al lado del modelo de su competidor:

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Bolígrafos de trazo extra grueso de Schneider (Negro) y de Faber Castell (verde)

Además Faber Castell comercializa recambios de trazo M, B y XB, es decir Medio, Grueso y Extra-Grueso, con lo que podemos tunear cualquiera de los Parker, Schneider, Pelikan Stabilus e Inoxcrom entre otros.

Bolígrafos Parker

Hay muy buenos bolígrafos de prestigio, aunque por distinto motivo, sobre todo de estandarización de la carga, me encantan las distintas series de Parker. (En la imagen de izquierda a derecha, modelos IM, Jotter y Sonnet):

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Bolígrafos Parker

Bolis ‘pro’ de Waterman y de Mont Blanc

Aunque hemos elegido Parker por su mayor accesibilidad en el comercio, entre los de más alto nivel encontramos bolígrafos fuera de serie, con diseños exclusivos que no pasan desapercibidos, de marcas como Waterman (izquierda) o Mont Blanc (derecha):

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Bolígrafos ‘pro’, de marcas Waterman y Mont Blanc

Conclusión

Es muy difícil elegir, pero considerando un coste asumible y una estandarización de recargas y de características de instrumentos de escritura, os razono a continuación los motivos de proponer elegir unos u otros, como dotación.

El color de la tinta

La cuestión del color de la tinta es fundamental. Para que todos los bolígrafos y las plumas sean intercambiables, lo único que hace falta es elegir un color de tinta respectivamente, para todos los bolígrafos y otro para todas las plumas, por ejemplo el azul marino (normal) para el bolígrafo y el azul turquesa para la pluma.

La tinta azul turquesa hace que se pueda usar la pluma para remarcar una parte del texto, para firmar, para hacer un comentario sobre una página impresa, que a la vez se ve enseguida y queda discreto (nada de rojo para la tinta o amarillo chillón para recalcar).

Además la combinación en un escrito de los dos colores azules (marino del bolígrafo y turquesa de la pluma) da una sensación de claridad y limpieza muy relajante y agradable a la vista.

Con este simple criterio de colores, todos los instrumentos de escritura atesorados a lo largo del tiempo y cualquier otro nuevo que añadamos a la colección, se van a poder emplear indistintamente a voluntad, y los escritos tendrán todos un mismo estilo, independientemente del bolígrafo o pluma empleados en la escritura.

Las propuestas

La dotación MÍNIMA elegida es un bolígrafo que escriba con tinta azul. Lo más sencillo es elegir un Bic Cristal ‘large’.

Bic Cristal ‘Large’

La dotación MEJORADA en la cartera supone añadir una pluma, como la Lamy Vista. En general cualquier combinación de pluma y bolígrafo.

Pluma y bolígrafo

Pluma Cross y boli Bic
Boli Parker y pluma Pelikan
Pluma Lamy y boli Bic

La dotación AMPLIADA, si la podemos llevar cómodamente, es añadir a la anterior un lápiz, por ejemplo de 2mm, como los Bic Criterium. Se pueden hacer multitud de conjuntos de tres elementos.

Conjuntos de tres (bolígrafo, pluma y lápiz)

Cuatro o más elementos

Si no nos parece suficiente, hay otras soluciones más amplias, como la de las dos figuras siguientes:

Una colección estándar más completa de elementos de escritura
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Otro ejemplo aun más completo, con 6 piezas

Con ello se consigue en la práctica la misma máxima funcionalidad, pero con menos elementos.

El proceso: diálogo

Al final, se establece un ‘diálogo’ entre el usuario y los modelos a elegir, en la práctica:

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«Tenemos que hablar» (Parker vs Bic)

Hay una idea-fuerza que surge espontáneamente y al final va cuajando y se adopta entre las múltiples opciones. Por ejemplo la que se dibuja en una nota en el cuaderno, como esta:

Notas en cuaderno

Celebremos

Celebrémoslo todos juntos con un buen aperitivo o con un buen refresco:

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«Qué bueno que nos vemos, después de tanto tiempo» (Lamy vs Parker, con una Coca-Cola)

3 Comentarios »

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