Oficina minimalista
En un mundo ajetreado, en donde hay que buscar la movilidad, para poder trabajar en cualquier sitio, con los instrumentos menos costosos, y evitando al mismo tiempo llevar demasiada carga, hay que ingeniárselas. Aquí va una propuesta que funciona y que puede armarse por menos de 200€.
Problema
Se trata de tener lo necesario para montar un punto de trabajo en cualquier sitio, como, por ejemplo, en una biblioteca pública, con aquello que se puede llevar en un pequeño bolso de mano, de los que se suelen emplear para viajar en cercanías. No una cartera formal con su correspondiente portátil. Tiene que permitir trabajar en un momento dado (casi) como haríamos en casa o en la oficina, y que suponga el mínimo de gasto y de peso a transportar.

Alternativas
Las alternativas ‘normales’ para nuestro propósito serían llevar una cartera, que albergara nuestro portátil ‘normal’, con su cargador, su disco externo con los ficheros del ‘proyecto’ y su ratón (todo ello no pesaría menos de 2 Kg). O podríamos emplear el equipamiento de la biblioteca, si lo hay, o de otro colega, en un caso puntual. Aquí, haciendo spoiling lo anticipo, la solución propuesta está toda dentro de ese bolso, y queda espacio en el bolso para un café o un pequeño tentenpié: consiste en el equipo que se ve en la foto siguiente:

(Una) solución minimalista
Lo que se propone, montado, tiene este aspecto:

Lo que hemos hecho es lo siguiente:
- hemos puesto en marcha la tablet, la hemos puesto sobre el atril y la hemos conectado al cargador.
- hemos conectado también un pendrive o disco USB a la tableta, con los datos de trabajo, mediante el cable correspondiente.
- hemos desplegado el teclado y el ratón y los hemos conectado mediante bluetooth (BT).
Aquí vemos un detalle de ese cable doble, que nos permite alimentar la tablet y al mismo tiempo acceder a los datos del disco. Adaptadores de este tipo para aumentar la disponibilidad de conexiones USB de pueden encontrar en comercios especializados o el Amazon. Sin el cable doble también hubiéramos podido pasar los archivos, conectando el disco directamente a la tablet, porque es tipo OTG (tiene los dos cabezales de conexión USB tipo A y tipo C) y luego conectar la tablet al cargador:

El teclado plegable tiene dos características importantes, que son:
- Ocupa muy poco plegado, y se convierte en un teclado de tamaño ‘normal’ cuando se despliega.
- Es muy ligero, por lo que llevarlo en el bolso o en la pequeña mochila no supone una carga molesta.
Así vemos su despliegue:



El teclado y el ratón conectados mediante BT no ‘consumen’ cables y permiten una movilidad muy grande para poner las cosas como nos guste. La ‘alfombrilla’ del ratón es en realidad un panel de corte, pero cumple su misión perfectamente:

Como se puede disponer de las aplicaciones de Office en la tablet, se pueden abrir ficheros de Word:

O también hojas de Excel:

Si es por un rato no muy largo, podemos incluso prescindir del cargador y queda un conjunto muy armónico:

Hagamos cuentas
- La tablet es lo más caro del equipo, pero esta, que no tiene nada de extraordinario (Es una Samsung SM-X110 de 8,7″, tiene 4Gb de RAM y 64Gb de almacenamiento y conexión WiFi y BT), la llevo habitualmente en el bolso, porque me sirve para leer y como equipo multimedia. Costó=160€ (pero hoy la he visto en Amazon por 119,96€).
- El teclado plegable con conexión BT costó 22€.
- El ratón, es uno que tiene doble antena, para BT y para conexión inalámbrica ‘normal’ con ‘pinganillo’ y estaba de oferta por fin de existencias (también se podía emplear un ratón con cable USB conectado mediante el adaptador tipo C). Costó=5€.
- El cargador con dos bocas de enchufe, también de oferta, costó 6€
- El panel, que me sirve de alfombrilla, costó 3€.
- El mini atril plegable costó 1€.
TOTAL 197€
No cuento ni el cable doble, ni el disco USB porque en realidad no son imprescindibles, ya que los datos pueden cargarse directamente en la tableta desde un PC o desde un disco en ‘la nube’. Pero en caso de que los necesitemos, hay suficiente margen en el precio de la tablet, que ha bajado 40€ desde que la compré, para que la suma indicada pueda incluir los cables y el disco USB.
Si tenemos en cuenta que la tablet tiene su utilidad independientemente de este montaje, el coste directo de esta solución es solo el de los accesorios, básicamente el teclado y el atril, menos de 25€.
En cuanto al peso, si consideramos que la tableta pesa unos 300g y el teclado unos 100g, estamos hablando del orden de medio Kg en total.
Conclusión
Hay veces que nos empeñamos en comprar el último modelo o el más completo para hacer una función que se puede lograr por menos. No hay nada malo en ello si se tiene disponibilidad económica y la ilusión de comprar lo último. Pero generalmente no es necesario tener siempre el último modelo de un aparato y también ocurre que no siempre empleamos los medios que ya tenemos en todas las funciones que pueden proporcionar. La solución planteada no es la mejor, sino que seguramente ya tenemos otros medios mejores, o para el trabajo en condiciones normales necesitamos un ordenador de más rendimiento. Entonces, esto es más bien solo una solución ocasional, poco costosa y ligera para aprovechar en un momento dado una tablet que también tengamos, o comprar una económica para una necesidad puntual en la que emplear el ordenador caro sería ponerlo en riesgo; la podemos llevar sin esfuerzo y nos sacará de un apuro con bastante soltura. A mi me gusta plantear modos minimalistas de hacer las cosas, casi por razones estéticas y por ponerlos a prueba, para ver de qué son capaces los equipos y compararlos con otros más caros, en función de su rendimiento frente a su costo. Tal como yo lo he visto, así os lo transmito.
