¿Ninot indultat o juguete roto?
Se indulta al ninot que da pena quemarlo junto con aquello corrompido que merece terminar en el fuego del inicio de un nuevo tiempo. Distinta la suerte de los juguetes rotos, aunque parecieran simpáticos cuando tenían gracia; no se les despide con fuego, sino en la basura. Y luego están los muertos dignos, eso que seremos todos.
Para los forasteros diré que los ninots son las figuras con las que se construyen las fallas de Valencia. Se indulta cada año aquel que los valencianos deciden conservar y no consumir en el fuego que se lleva todo lo indeseable, porque ese ninot ha caído simpático y duele perderlo en el fuego, así que se indulta y se conserva en un museo.

Luego están los juguetes rotos, esos que hacían gracia pero que ya no caen bien, o se les ha roto un brazo y dan miedo por las noches o simplemente se les ha pasado su momento de gracia. De esos hay muchos. Los humanos los echan a la basura, no al museo para que ni siquiera quede de ellos la memoria.

Luego están los muertos corrientes pero dignos, que son aquellos como seremos tu y yo, que ni tenemos relevancia como para ser indultados del fuego de la cremá, ni hemos servido de juguete a ningún imbécil que por tener un brazo roto nos enviaría a la basura para que ni siquiera tuviéramos un enterramiento decente. El ejemplo que se me ocurre es el de esta cacatúa, vista en el suelo de Alcalá esta mañana. Tan digna en su soledad y tan preparada para pasar a otro nivel.
