La crisis como yo la veo: modelo inspirado en el tráfico
La crisis económica se parece a un atasco en la autopista. Solo puede resolverse si se vuelve a un estado de fluidez o de liquidez obtenido mediante el ahorro de todos los agentes económicos
Los agentes económicos (bancos, empresas, particulares, las administraciones públicas del estado) se parecen a vehículos circulando en una autopista. Cuando realizan una operación cobran unos ingresos, parte de esos ingresos o de sus ahorros previos los dedican a realizar sus pagos al siguiente y así avanzan, dejando detrás de si el espacio para que otros agentes avancen. Al realizar los pagos que deben, proporcionan liquidez al siguiente. Si con sus ingresos o con sus ahorros no tienen suficiente para efectuar sus pagos, bien sea porque gastan más de lo que ingresan, bien sea porque sus acreedores no les están pagando puntualmente y por tanto no se quedan con una cantidad líquida o disponible sin asignar, entorpecen la actividad del siguiente.
Por ese motivo, la regla de oro del funcionamiento del sistema económico capitalista es que los gastos de cada agente económico no superen los ingresos y se produzcan acumulaciones de dinero disponible, ahorros, que proporcionen liquidez. La circulación fluida es la ideal. Para que la circulación sea fluida, tanto en la autopista como en la economía, los vehículos no han de depender totalmente en su marcha de los que les preceden, deben poder avanzar un tiempo por sus medios, sin tener que esperar el movimiento de los que están antes en la ruta. En un atasco los vehículos tienen su marcha entorpecida, de forma que esta depende de que los vehículos que están delante se muevan. En una crisis, el dinero no fluye con facilidad, porque en algún punto del sistema no hay bastante acumulación para efectuar los pagos a los siguientes agentes, impidiendo la actividad normal o continua.
Las crisis de los sistemas capitalistas suceden periódicamente, igual que los atascos en las autopistas, por los mismos motivos: cada agente económico depende en su actividad de los otros y de las vías de funcionamiento, marcadas en la economía por la capacidad de operaciones que pueden soportar el mercado y las leyes, que son limitaciones, como los límites de velocidad de la autopista. Al igual que pasa en la autopista cuando un vehículo disminuye su marcha o se para, si un agente económico deja de cumplir sus obligaciones de pago por falta de liquidez, entorpece la marcha de los que le siguen. Ambos son casos de sistemas que funcionan por etapas sucesivas.
El planteamiento es interesante, pero se puede que desarrollar más. Yo diría que la velocidad del tráfico equivale al crédito, y la distancia con el de delante menos la de frenado equivale a los ahorros ¿No?
Es más o menos así. Gracias por opinar.