2.- Formas de atasco. La autopista como paradigma.
El atasco adopta muchas formas y es más común de lo que a simple vista pudiera parecer. En un anterior post CONDUCTA.- P3C11- El Atasco – El Caos , ya hacía una lista exhaustiva de lo que podemos considerar como atasco.
La más fácil de imaginar, porque la hemos vivido alguna vez es el atasco en la autopista.
Estamos circulando tranquilamente cuando al frente vemos coches que encienden las luces intermitnentes de peligro.
Cuando llegamos a su alcance la velocidad es más lenta o incluso están parados.
Al cabo del rato parece que la situción se estabiliza y vamos moviéndonos un poco más rápidos. Al final recuperamos nuestra marcha normal y la sensación de que podemos volver a hacer lo que queremos, sin depender del coche de delante.
Hay veces en que ni siquiera parece haber una causa para que se produzca el atasco, pues no hay ningún carril cortado, ni se ve ningún vehículo accidentado. El atasco ha desparecido por arte de magia, igual que se creó.
Aparte de la frustración de no poder cumplir con el horario que teníamos previsto en nuestro imaginario plan de viaje, hemos participado en un fenómeno púramente caótico como es el atasco.
Otro fenómeno curioso es que el atasco se propaga hacia atrás (en sentido contrario a la marcha del flujo) relatívamente a gran velocidad, atrapando a vehículos progresivamente más lejanos del punto de atasco, hasta que empieza lentamente a disiparse.
Con frecuencia lo que ocurre simplemente es es que hay un punto en el que se produce la entrada regular de otros vehículos, de forma que de dos carriles principales y uno de acceso se quedan en dos. Ha habido una disminución de los carriles de circulación de tres a dos. Si la densidad de circulación (o número de vehículos que pasan por un punto en una unidad de tiempo) supera la capacidad de la autopista en ese punto de los dos carriles, entonces inevitablemente se presenta el atasco.
Un fenómeno interesante es cuando típicamente en una cuesta, en que hay un tercer carril a la derecha para vehículos lentos, se produce un atasco, y los vehículos que están empleando el carril de vehículos lentos (o incluso el arcén) siguen progresando, a veces a gran velocidad y se suman ampliando el tapón que impide a los demás, disciplinados, que no se salen de los dos carriles normales. Estos listos que adelantan por el carril extra, hacen la puñeta a los miles de otros vehículos que están atrapados en el atasco, prolongando su permanencia en esa situación, pues adelante, el tráfico supera, por su culpa el limite de su capacidad para absorber tráfico.
Estas son experiencias que nos pueden servir para entender mejor lo que pasa.