Es indudable que los colores influyen en nuestro estado de ánimo. El solsticio, con la vegetación a tope, antes de que comience el declive otoñal, y nuestra actitud nómada ‘huyendo’ del insoportable calor en dirección al mar, dan una combinación preciosa de verdes y azules, con alguna notable excepción.

Después de un par de meses sin escribir en el blog, siento la necesidad de mostraros lo que ha visto mi cámara en las tres semanas anteriores y las tres semanas posteriores al solsticio de verano. No hay ningún mensaje oculto, ninguna enseñanza, nada ‘intelectual’, sino unas escenas que se caracterizan por un estado de mayor calma, preferentemente con poca gente, mucho espacio y sobre todo mucho tiempo por delante.

Las imágenes son de las Comunidades Valenciana, de Cantabria y de Madrid. No siguen necesariamente un orden cronológico sino que ejemplifican las gamas arbitrarias de colores ‘Azules‘, ‘Verdes‘ y ‘Cálidos‘. Es curioso cómo escenas de lluvia, en verano pueden acoplarse mejor a colores ‘cálidos’ y en general cómo vamos buscando el azul, que relaja y deja atrás los agobios de la gran ciudad.

Transición

La transición más importante la dan estas dos imágenes sueltas, una de la siempre animada Gran Vía madrileña y otra de un paraje ‘vacío’ junto al mar Mediterráneo (que no se ve porque queda a mi espalda):

Cálidos

Como es natural, en esta época del año hay colores cálidos en cualquier momento del día: en el paseo, en el amanecer y en el atardecer, junto a las hogueras de San Juan, celebrando el triunfo de la selección, disfrutando de unas gotas de lluvia, observando las hormigas o los pájaros…

Verdes

El verde es un refugio natural, antídoto de los calores sofocantes, regalo de la naturaleza, recuerdo del paraiso original en el que se supone que vivía la humanidad antes de descubrir el bien y el mal y pensar en el futuro:

Azules

Pero la meta está en el azul, donde se alcanza la calma y el estado de felicidad, casi siempre junto al mar, observando el cielo y sus habitantes en lo alto o también en el resguardo de una iglesia, incluso aunque sea bajo el sol de la mañana, que aún no calienta:

La flor

La flor se salta la disciplina y sale del color que le apetece. Este prodigio de ingeniería vegetal que subyuga por igual a los insectos y a los humanos, y que regalamos en ocasiones importantes, después de todo está para que la vida se perpetúe y significa un paso al frente y el inicio del siguiente ciclo:

¡Hasta pronto! Continuará…