Este es mi apresurado comentario tras conocer los ‘Oscar’ de 2023, que han otorgado 7 premios a «Todo a la Vez en Todas Partes». Es una película excepcional que, de seguro, creará un estilo en su género. Entretenida, emotiva, simbólica, ‘friki’, bien contada, muy bien interpretada, y que hace pensar.

La trama

La trama de la película (Everything Everywhere All at Once, en ingles) se basa en contar un día en la vida de una familia china (en algún lugar de USA), formada por la madre, el padre, una hija y el abuelo materno. En su día la madre fue ‘rechazada’ por sus padres al querer casarse con el que ahora es su marido. El matrimonio, que ahora está pasando una crisis, tiene una hija que es lesbiana y se siente rechazada por ello. La familia tiene una lavandería de autoservicio y Hacienda les pretende sancionar por discrepancias en los justificantes de impuestos. El abuelo vive en China y en la película viaja a Estados Unidos a casa de su hija, para celebrar su cumpleaños coincidiendo con el año nuevo chino, aunque ignora la situación familiar y económica. La hija se presenta con su pareja, de origen mejicano y que por tanto no es china, para también celebrar la fiesta deseando que su familia la acepte, sabiendo el modo de ser tradicional de su abuelo.

A esas premisas, que podemos completar con el carácter racional y práctico de la madre y el carácter emocional y conciliador del padre, se les suma una historia que hace intervenir un acceso al multiverso (esto lo veremos más a fondo poco a poco). Ocurre en el preciso momento en que empieza la visita para atender una cita en Hacienda a fin de revisar la declaración de impuestos de la empresa familiar, frente a una funcionaria inflexible, premiada por su extremado celo en la defensa de los intereses de la Administración.

El multiverso

Lo del multiverso es un recurso un tanto friki, que permite a los guionistas hacer que la protagonista absoluta (la madre) represente una diversidad de personajes y disponga de un conjunto o suma de habilidades fuera de lo común, que la hacen enfrentarse a todas las dificultades. Ella es una anti-heroina, que no se cree nada de lo que es capaz de hacer, que simplemente hace lo que no tiene remedio llevar a cabo según las circunstancias. Esta combinación de situación y personajes proporciona espectáculo para todos los gustos.

Desde el punto de vista científico, se postula la posible existencia de infinitos multiversos (vamos a llamarlos ‘soluciones‘) que, o bien serían simples variaciones del presente, o en los que incluso las leyes físicas podrían ser distintas. Sin entrar en muchos detalles, en la mecánica cuántica se considera que todas las posibles soluciones para un fenómeno físico tienen distinto grado de probabilidad y contribuyen todas a la realidad que finalmente percibimos, siendo las más probables las que más contribuyen y que consideramos ‘normales’, pero que no excluyen de la realidad a otras posibles soluciones por descabelladas que parezcan a nuestro ‘sentido común‘.

La puesta en escena

Desde el punto de vista de la puesta en acción, la película tiene varios ‘actos’ con sus correspondientes escenas que cargan el ambiente con una gran tensión desde el principio a modo de ‘tormenta perfecta‘. Transcurre casi toda ella en solo dos localizaciones principales (la casa-lavandería y Hacienda) y en un único día de reloj, contando a su manera una única historia, con una fuerte componente moral, con lo que se convierte en una obra de teatro, en este sentido, ‘casi’ de formato ‘clásico’. Pero en ese formato clásico se aprovecha el multiverso a modo de ramificaciones para representar toda la variedad de otras localizaciones, situaciones y mini-escenas que da de si el concepto, sin perder contacto con la evolución de la trama principal.

Todas esas historias, secundarias pero muy espectaculares, funcionan como diversión, incluidas coreografías que recuerdan las interpretaciones de Jackie Chan, mientras transcurre la acción y no tenemos ni idea de si los personajes lograrán resolver sus problemas o si la auténtica pesadilla del multiverso se quedará con todo el protagonismo y de paso con todos nosotros dentro. En una trepidante representación que llama continua y poderosamente nuestra atención, no podemos quedar indiferentes.

La obra se sigue con atención todo el tiempo, con ironía y humor a pesar de los grandes peligros que acechan en medio de las dificultades. Es emocionante en su faceta personal que hace queridos a todos los protagonistas y tiene enseñanzas que hacen reflexionar, como no podían faltar y que eran imprescindibles para convertirla en una buena historia. Yo la veo muy simbólica e incluso casi filosófica (recordad la escena de las piedras), porque para contar problemas o situaciones nos lleva al multiverso, donde las cosas ocurren como en un sueño.

Mi recomendación es que mientras disfrutemos de lo que vemos, aprovechemos para pensar en lo que representa traducido al mundo ‘real’. Entonces cobra todo su sentido. Al igual que la poesía emplea metáforas para así entrar en lo más profundo de nuestro pensamiento, el multiverso hace a la imagen el mismo efecto que la poesía haría a un texto, transformándola y dándole otras texturas que la simple representación de la realidad que vemos no tendría.

Michelle Yeoh

La película ha ganado 7 de las 11 nominaciones a los premios Oscar: mejor película, mejor dirección, mejor guión, mejor montaje, mejor actriz principal (Desde luego consagra a Michelle Yeoh, como una indiscutible estrella por su multiinterpretación de la madre en esta película), mejor actriz secundaria (la inspectora de Hacienda) y mejor actor secundario (El marido de la protagonista principal).

Conclusión

Aprovechad, mientras haya esperanza de que se mantenga funcionando nuestro universo más o menos como lo conocemos, para ir y disfrutar de esta obra maestra. (Los que no soportais lo friki, esperad al final para juzgarla).